Aguascalientes en el centro de la economía

Era diciembre de 1992. Era el auge del impulso a las políticas económicas en México, y era también el mes y el año que marcarían la propia historia económica moderna de Aguascalientes con el arranque de operaciones de la primera planta de Nissan en la entidad. La gigante nipona abrió, finalmente, su poderosa planta A1 que, años después, sería la hermana mayor de otra planta automotriz de la misma compañía. Es innegable que la industria automotriz es un pilar clave en la economía del Estado que, además, ha impulsado el desarrollo regional y fortalecido una amplia red de proveeduría y servicios. Gracias a su crecimiento, se han generado nuevas oportunidades y un ecosistema industrial dinámico; sin embargo, además del sector automotriz, hay otras industrias que contribuyen al desarrollo económico del Estado, de la región y, por supuesto, del país. Así, Aguascalientes está en el centro. Y en el centro del centro también está la industria.

De acuerdo con el informe Estructura Económica de Aguascalientes en síntesis 2016, elaborado por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), para entonces, las industrias manufactureras eran el sector más importante del estado. Estas industrias “aportaban 24.2% del -Producto Interno Bruto- PIB de Aguascalientes en el 2003 en pesos corrientes”; no obstante, agrega el reporte, “esta contribución aumentó a 35.3% en el 2014 debido a un crecimiento promedio anual real de 8%, de 2003 a 2014”. Al hacer cuentas, para el 2014 la planta A1 de la gigante japonesa ya llevaba 22 años viviendo en la entidad. Las cuentas no mentían. Los datos ahí estaban.

Es importante reiterar que, aunque las manufactureras se llevan buena parte del pastel o, más bien, aportan buena parte del pastel, su contribución no se debe únicamente a ellas. Según el INEGI, para el 2014 otros sectores, aunque más moderadamente, también aportaban al dinamismo económico de Aguascalientes.

“Otros sectores que también crecieron durante el periodo son Construcción con un crecimiento de 2.6% en términos reales; Información en medios masivos y Servicios financieros y de seguros, presentaron tasas de crecimiento real medio anual de 10.7% y 9.5%, respectivamente, cifras muy por arriba del 4.7% que alcanzó el PIB total del estado en el período; sin embargo, su participación en el PIB estatal del 2014 es relativamente baja”, añade el informe. En otras palabras, el Estado crecía y el sector que empujaba tras bambalinas era el de manufactura.

El mundo actual, ¿otra realidad?

Aunque ya pasó otra década desde el 2014, la realidad es que de alguna manera Aguascalientes ha sostenido su aportación productiva en el ámbito nacional. Para aquel año, advierte el INEGI, el PIB del Estado ascendía a 197 mil 952 millones de pesos corrientes y ocupaba el vigésimo sexto lugar en el ranking de aportación al PIB nacional, pero esto, no por falta de producción, sino por “el tamaño de su economía a nivel nacional”. Así, en aquella década Aguascalientes tenía una participación en el PIB nacional de 1.21%.

Aunque la cifra podría interpretarse, a primera instancia, marginal, en realidad esta implicó un desempeño de al menos 11 años positivos, pues de acuerdo con el informe citado, del 2003 al 2014 Aguascalientes fue la entidad con mayor crecimiento del PIB en todo México, con una media nacional de 4.74%, solo superado por Querétaro, con una media de crecimiento del PIB anual de 5.32%. La situación no ha cambiado mucho en relación porcentual, y eso es algo que la entidad puede presumir todavía a nivel nacional.

A finales del año pasado, luego de diversos anuncios de Inversión Extranjera Directa (IED) o de inversiones para expansión, el INEGI presentó los resultados del Producto Interno Bruto por Entidad Federativa (PIBE) 2023. De acuerdo con este documento, Aguascalientes se posicionó en el lugar número cinco de las entidades con mayor crecimiento del PIBE, con una tasa de 6.2%, superando incluso a estados como Querétaro, que se quedó dos puntos porcentuales por debajo, con un 4.2%. Por supuesto, habrá quienes comparen las cifras con las contribuciones de entidades como la Ciudad de México o el Estado de México, pero en estas comparaciones no es posible ignorar la densidad poblacional que existe entre estos últimos dos estados y Aguascalientes, de ahí que existan elementos para afirmar que, en efecto, Aguascalientes sí mostró uno de los crecimientos más envidiables de la nación.

Gracias a lo anterior, incluso en escenarios particularmente adversos, como la recesión del 2009 y luego la crisis económica provocada por la covid-19, Aguascalientes ha logrado brillar desde el centro del país en materia económica. Aunque relativamente pequeño, su aportación es innegable, tanto así que, para dimensionar, bastaría recordar que la inversión extranjera que hizo Nissan para abrir su segunda planta, a finales del 2013, fue de aproximadamente 2 mil millones de dólares. Sin duda, una cifra estratosférica.

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